martes, 28 de octubre de 2008
tercera parte: el falso autoestop
es que hasta la alegría que produce la prescencia del hombre a quien se ama se siente mejor a solas. si la presencia de él fuera continua, sólo estaría presente en su constante transcurrir. detenerla sólo es posible en los ratos de soledad.
segunda parte: la dorada manzana del eterno deseo
elogio de la amistad
volvimos al parque. una vez más observamos las parejas de chicas sentadas en los bancos; incluso había casos en los que alguna de las muchachas era guapa; pero nunca era guapa también su vecina.
- esto responde a una especie de curioso principio-le dije a martin-, la mujer fea espera lograr algo del esplendor de su amiga más guapa; la amiga guapa, a su vez, espera reflejarse con mayor esplendor si la fea le sirve de telón de fondo: de ahí se desprende que nuestra amistad se vea sometida a continuas pruebas. y yo aprecio precisamente que nunca dejemos la elección al desarrollo de los acontecimientoso, incluso, a la competición mutua; entre nosotros la elección siempre es cosa de amabilidad; nos ofrecemos a la chica más bonita como dos señores pasados de moda que nunca pueden entrat a un sitio por la misma puerta porque no están dispuestos a admitir que uno de ellos entre primero.
- sí-dijo martin emocionado-. eres un amigo estupendo. ven, vamos a sentarnos un rato, me duelen los pies.
así que nos sentamos agradablemente reclinados, con la cara expuesta a los rayos del sol, dejando que el mundo diese vueltas alrededor de nosotros sin prestarle atención.
volvimos al parque. una vez más observamos las parejas de chicas sentadas en los bancos; incluso había casos en los que alguna de las muchachas era guapa; pero nunca era guapa también su vecina.
- esto responde a una especie de curioso principio-le dije a martin-, la mujer fea espera lograr algo del esplendor de su amiga más guapa; la amiga guapa, a su vez, espera reflejarse con mayor esplendor si la fea le sirve de telón de fondo: de ahí se desprende que nuestra amistad se vea sometida a continuas pruebas. y yo aprecio precisamente que nunca dejemos la elección al desarrollo de los acontecimientoso, incluso, a la competición mutua; entre nosotros la elección siempre es cosa de amabilidad; nos ofrecemos a la chica más bonita como dos señores pasados de moda que nunca pueden entrat a un sitio por la misma puerta porque no están dispuestos a admitir que uno de ellos entre primero.
- sí-dijo martin emocionado-. eres un amigo estupendo. ven, vamos a sentarnos un rato, me duelen los pies.
así que nos sentamos agradablemente reclinados, con la cara expuesta a los rayos del sol, dejando que el mundo diese vueltas alrededor de nosotros sin prestarle atención.
martes, 21 de octubre de 2008
primera parte: nadie se va a reir
luz, cámara, acepto
fueron muchos años de amistad en los que a cada una nos fueron pasando muchas cosas. algunas nos unieron y otras nos separaron durante largos períodos, pero siempre terminamos volviendo a vernos como si estuviésemos destinadas a reencontrarnos una y otra vez en una cinta de moebius sin final ni principio, renovándonos y cambiando con el tiempo, pero siempre siendo las mismas en el fondo
jueves, 2 de octubre de 2008
contigo
miércoles, 1 de octubre de 2008
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