Pasan las horas, rozando la locura
preso de mi poesia
Mucho altibajo, poca llanura
soy ladron y policia
Caen las gotas, sin previo aviso
viniendo del mas alla
De un inconsciente, ya inmanejable
que no me deja vivir en paz...
De a poco oxidan, esta armadura
Dificil de abandonar
Tengo una cita conmigo
que no me animo a afrontar
Estoy tan lejos de mi
que no alcanzo a ver mi escencia.
Pobre de vos, hoja en llamas
te descargo mi paciencia...
En el juicio de los muertos frente a osiris
mi corazon romperia la balanza
Y sin embargo no consigo darme cuenta
que fantasma dara a luz mi desconfianza
Pero prometo, a mas nadie que a mi mismo
triunfar de nuevo en este juego apasionado
Y el dia que ya no le tema a los abismos
Agradecer a quien estuvo siempre al lado..
No quiero cantar victoria
por describir lo que siento
En mi estado, tras la gloria
y en un terrible momento
Y a vos cancion, de ira y esperanza
prometo no abandonarte
Yo tambien tengo un nudo en la panza
por no poder liberarte
pero, pero al menos por ahora
tu lugar es un cajon
porque es falta de respeto, cantarte sin emocion
Y este intruso que hay en mi, no te merece cantar
te merece alguien mas grande
capaz de inmortalizarte...
{El juicio de Osiris es el acontecimiento más importante y trascendental para el difunto, dentro del conjunto de creencias de la mitología egipcia. En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubisante el tribunal de Osiris. Anubis extraía mágicamente el Ib (el corazón, que representa la conciencia y moralidad) y lo depositaba sobre uno de los dos platillos de una balanza. El Ib era contrapesado con la pluma de Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal), situada en el otro platillo.Mientras, un jurado compuesto por dioses le formulaba preguntas a cerca de su conducta pasada, y dependiendo de sus respuestas el corazón disminuía o aumentaba de peso. Dyehuty, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris.
Al final del juicio, Osiris dictaba sentencia:
Si esta era afirmativa su Ka y su Ba podían ir a encontrarse con la momia, conformar el Aj y vivir eternamente en el Aaru (El Paraíso en la mitología egipcia). Pero si el veredicto era negativo, su Ib era arrojado a Ammit, la devoradora de los muertos (un ser con cabeza de cocodrilo, melena, torso y brazos de león y piernas de hipopótamo), que acababa con él. Esto se denominaba la segunda muerte y suponía para el difunto el final de su condición de inmortal; aquella persona dejaba de existir para la historia de Egipto.}
preso de mi poesia
Mucho altibajo, poca llanura
soy ladron y policia
Caen las gotas, sin previo aviso
viniendo del mas alla
De un inconsciente, ya inmanejable
que no me deja vivir en paz...
De a poco oxidan, esta armadura
Dificil de abandonar
Tengo una cita conmigo
que no me animo a afrontar
Estoy tan lejos de mi
que no alcanzo a ver mi escencia.
Pobre de vos, hoja en llamas
te descargo mi paciencia...
En el juicio de los muertos frente a osiris
mi corazon romperia la balanza
Y sin embargo no consigo darme cuenta
que fantasma dara a luz mi desconfianza
Pero prometo, a mas nadie que a mi mismo
triunfar de nuevo en este juego apasionado
Y el dia que ya no le tema a los abismos
Agradecer a quien estuvo siempre al lado..
No quiero cantar victoria
por describir lo que siento
En mi estado, tras la gloria
y en un terrible momento
Y a vos cancion, de ira y esperanza
prometo no abandonarte
Yo tambien tengo un nudo en la panza
por no poder liberarte
pero, pero al menos por ahora
tu lugar es un cajon
porque es falta de respeto, cantarte sin emocion
Y este intruso que hay en mi, no te merece cantar
te merece alguien mas grande
capaz de inmortalizarte...
{El juicio de Osiris es el acontecimiento más importante y trascendental para el difunto, dentro del conjunto de creencias de la mitología egipcia. En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubisante el tribunal de Osiris. Anubis extraía mágicamente el Ib (el corazón, que representa la conciencia y moralidad) y lo depositaba sobre uno de los dos platillos de una balanza. El Ib era contrapesado con la pluma de Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal), situada en el otro platillo.Mientras, un jurado compuesto por dioses le formulaba preguntas a cerca de su conducta pasada, y dependiendo de sus respuestas el corazón disminuía o aumentaba de peso. Dyehuty, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris.
Al final del juicio, Osiris dictaba sentencia:
Si esta era afirmativa su Ka y su Ba podían ir a encontrarse con la momia, conformar el Aj y vivir eternamente en el Aaru (El Paraíso en la mitología egipcia). Pero si el veredicto era negativo, su Ib era arrojado a Ammit, la devoradora de los muertos (un ser con cabeza de cocodrilo, melena, torso y brazos de león y piernas de hipopótamo), que acababa con él. Esto se denominaba la segunda muerte y suponía para el difunto el final de su condición de inmortal; aquella persona dejaba de existir para la historia de Egipto.}
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